Archivo de la categoría: Tumores de la vejiga

TRATAMIENTO DEL CANCER DE VEJIGA (LOS TUMORES INVASIVOS DE LA VEJIGA)

Aconsejamos a nuestros lectores leer todos los artículos de este apartado pues están relacionados. Por lo demás hemos de insistir en que en estos artículos aclaramos conceptos básicos de los tumores,  pero su lectura en ningún caso sustituye a la consulta directa por un urólogo que es el único que puede determinar cual es el tratamiento más adecuado para cada caso concreto.

Cuando un tumor de la vejiga urinaria no  solo invade la capa superficial (la mucosa) y el tejido laxo en el que se apoya (la submucosa) si no que progresa e invade la capa siguiente, (el músculo), entonces hablamos de tumores invasivos o verdaderos cánceres. Y lo son porque al invadir el músculo entran en contacto con la circulación sanguínea general y pueden extenderse a distancia (metástasis). La invasión del músculo es un signo inequívoco de malignidad y clasifica a estos tumores como T2.  Cuando el tumor atraviesa completamente la pared de la vejiga e invade la grasa adyacente, hablamos de T3. Si la extensión llega a órganos vecinos (próstata, útero, vagina) hablamos de T4.

Los tumores T2 son curables, pero para ello hay que aplicar un tratamiento muy agresivo. El tratamiento más eficaz es, sin duda,  el quirúrgico. Consiste en una operación para extirpar la totalidad de la vejiga y, en el caso de los varones, también la próstata en bloque con la vejiga. Con esta intervención aplicamos el principio de extirpación de todo el tumor existente, lo que puede llevar, por consiguiente, a la curación total. Aun así no siempre se consigue la curación pues con los medios diagnósticos de que disponemos hoy en día pueden pasarse por alto extensiones del tumor fuera de los límites de la curación.  Pero por este procedimiento se puede conseguir la curación total en más de la mitad de los casos.

La radioterpia es también eficaz en el tratamiento de estos cánceres pero su aplicación como tratamiento único no llega a curar más de un tercio de los tumores. Su verdadera utilidad está en combinación con la cirugía y la quimioterapia en determinadas situaciones.

También disponemos de quimioterapia util contra el cáncer de vejiga,  pero no lo suficientemente eficaz como para curar el tumor si se utiliza como tratamiento único. Generalmente se aplica en combinación con la cirugía y la radioterapia, con lo que se mejora el porcentaje de curacciones. En el caso de tumores T4, es el único tratmiento aplicable, pues estos casos se encuentran fuera de los límites de la cirugía curativa.

 

 

TUMORES DE LA VEJIGA SUPERFICIALES PERO MUY AGRESIVOS

Recomendamos a nuestros lectores leer los artículos anteriores de este apartado para su mejor comprensión, pues todos están relacionados.

En un artículo anterior hablamos de los tumores superficiales de la vejiga, que son de naturaleza benigna. Pero también mencionamos que entre los tumores superficiales había algunos que tenían una predisposición a evolucionar a tumores malignos.   Se trata de aquellos tumores de la vejiga que invaden el tejido subjuntivo (los llamados T1) y que al mismo tiempo son muy agresivos (los llamados G3).

Eso tumores T1G3, aunque en principio se comportan de forma benigna, en algunos casos tienden a evolucionar invadiendo el músculo vesical y convirtiéndose en verdaderos cánceres con el peligro que eso supone. Un tercio de los T1G3   pueden experimentar esta transformación maligna. Al hacer el diagnóstico inicial no podemos saber cuales de estos tumores  irá a peor por lo que es preciso tratarlos a  todos con cierta intensidad.

El tratamiento consiste en realizar lavados internos de la vejiga con alguno de los medicamentos reconocidos como eficaces para estos propósitos. Aunque hay varios donde elegir, el que se supone más eficaz y preferido por muchos de los urólogos es la vacuna anti tuberculosa (conocida como BCG, iniciales de Bacilo Calmette Guerin). La duración de este tratamiento preventivo sera decidido por el urólogo correspondiente, que tomará en consideración las carcterísticas de cada paciente concreto. No todos los casos son iguales.

Con este tratamiento se evitará que la mayoría de los tumores T1G3 evolucionen a peor pero aun así unos pocos terminarán progresando, invadirán el músculo y se transformarán en verdaderos cánceres.  Entonces será preciso aplicar un tratamiento mucho más agresivo, como veremos cuando hablemos del cáncer de vejiga.

Existe otro tumor superficial  muy agresivo pero por fortuna poco frecuente. Se trata del llamado carcinoma in situ, tumor muy superficial, que solo afecta a la capa interior (la mucosa) pero que es muy agresivo y en el 40 % de los casos puede transformarse en un cáncer. La actitud a tomar frente a estos tumores es la misma que la descrita más arriba para los tumores T1G3.

Estos casos requieren una vigilancia constante por medio del urólogo para detectar a tiempo los que van a escaparse hacia un tumor maligno.

TUMORES DE LA VEJIGA SUPERFICIALES Y POCO AGRESIVOS

Como siempre, recomendamos a nuestros lectores leer todos los artículos de este apartado pues están relacionados.

Como ya hemos visto en un artículo anterior, los tumores de la vejiga urinaria pueden ser superficiales o invasivos. Los tumores superficiales, que vamos a tratar a continuación, en general son menos agresvos y no ponen en peligro la vida de quien los padece. Pero hay excepciones. Sigue leyendo

TUMORES DE LA VEJIGA URINARIA

Los tumores de la vejiga urinaria se descubren generalmente a causa de una hemorragia en la orina que lleva a un estudio y a un diagnóstico de tumor. Es importante saber que no siempre los tumores de la vejiga son malignos, es decir verdaderos cánceres que pueden acabar con la vida de quien lo sufre. En ocasiones pueden ser tumores benignos (por decir que no se extienden fuera de la vejiga) y no suelen poner en peligro la vida del paciente. Sigue leyendo

SANGRE EN LA ORINA

La aparición de sangre en la orina es siempre motivo de preocupación, tanto para el que lo sufre como para su médico. La sangre en la orina (hematuria en términos médicos) nunca es normal y siempre requiere realizar un estudio cuidadoso. No significa necesariamente que se deba a un problema importante, muchas veces es producida por una patología benigna y de fácil solución. Pero en ocasiones puede ser la primera señal de algo grave,como un tumor. Sigue leyendo