Decir cistitis es una forma fina de decir inflamación de la vejiga urinaria. En la práctica, cistitis significa infección de orina y se presenta con síntomas como el aumento de la frecuencia urinaria y el ardor, a veces dolor, al orinar. En estos casos se espera que el análisis de orina (con su correspondiente urocultivo) muestre el crecimiento de una bacteria y que el tratamiento con un antibiótico resuelva el problema rápidamente. La cistitis, o infección urinaria, es mucho más frecuente en las mujeres por una serie de razones que ya explicaremos en otro artículo.
Pero en algunos casos aparece una mujer con los síntomas habituales de una cistitis, como la frecuencia aumentada y el ardor o el dolor al orinar, y el análisis de orina no muestra infeción. Se administra una o varias series de tratamiento antibiótico sin que los síntomas mejoren. ¿Por qué y que hacer?
En estos casos es necesario hacer una buena exploracción ginecológica para descartar problemas ginecológicos importantes. En la mayor parte de los casos no se encuentra nada especial. Pero casi siempre esta situación aparece en mujeres que han llegado a la menopausia y que tienen un nivel disminuido de estrógenos, la hormona femenina. Cuando se les interroga cuidadosamente, muchas veces admiten tener sequedad vaginal. En estos casos es recomendable prescribir un tratamiento de prueba con tabletas vaginales que contengan estrógenos. Si la causa es hormonal, en pocos días las molestias urinarias desaparecerán. Como la vjiga urinaria y la vagina están prácticamente en contacto, es fácil que los síntomas de una se transmitan a la otra.
El tratamiento definitivo debe de establecerse entre el urólogo y el ginecólogo. Puede seguirse con el tratamiento por vía vaginal o, si hay otros síntomas de menopausia, puede acudirse al tratamiento por vía oral. En cualquier caso, siempre que se utiliza un tratamiento hormonal es preciso establecer periódicamente un seguimiento estricto por el médico.